Reiki y las cualidades de Resiliencia.
Actualizado: 23 jul 2019
"La Resiliencia puede adquirirse, pero siempre, a nuestro ritmo y sin ansiedad."
Como Maestro de Reiki conozco la importancia de la Resiliencia. Esta capacidad de adaptación a las dificultades o desafíos que tienen algunas personas les ayuda a luchar contra la adversidad. Teniendo muy presente los puntos que enumero a continuación, intento durante los tratamientos de Reiki, ayudar a incorporar estos conocimientos y hacer comprender a mis pacientes lo positivo del desarrollo o aprendizaje de la resiliencia para el proceso de sanación de cualquier dolencia, sea física, emocional o mental.
Voy a enumerar algunas cualidades o atributos de las personas Resilientes para que tengas en cuenta y puedas evaluarte a ti mismo.
1- El autoconocimiento y la autoestima de la persona resiliente:
El autoconocimiento es un arma muy poderosa y las personas resilientes saben usarlo a su favor. Conocer cuáles son nuestras principales fortalezas y habilidades, así como las limitaciones y debilidades, trazar metas más objetivas y realistas e identificar los aspectos en los que podemos mejorar es un camino directo a fortalecer nuestra autoestima y autoconfianza.
Una persona resiliente sabe pedir ayuda cuando lo necesita.
El autoconocimiento nos permite mejorar la capacidad de reconocer y expresar las emociones. Sobre todo en momentos en que estamos sufriendo, esta es una buena forma de afrontar situaciones dolorosas.
También nos permite identificar emociones de rabia o enfado que nos estén haciendo comportarnos de una forma poco saludable.
"Quien tiene mayor conocimiento de sí mismo y de la realidad, puede procesar y elaborar mejor los traumas y los factores estresantes."
2. La empatía y la resiliencia
La empatía es la capacidad de entender al otro y ponernos en su lugar, comprender sus sentimientos, a través de comprender los propios. Es un hábito resiliente, que nos permite por ejemplo, separar pensamiento de acción, cuando nos sentimos enfadados con alguien querido.
Cuando tenemos empatía, el flujo de dar y recibir afecto en las relaciones con los demás es mayor, lo que incrementa nuestra red social de apoyo. Un punto muy importante.
3. Afrontar la adversidad con humor.
Afrontar la adversidad con humor es propio de personas resilientes. Ser capaces de reírnos de la adversidad y sacar una broma de las situaciones difíciles nos ayuda a superarlas y mantenernos fuertes y optimistas ante la incertidumbre.
Un enfoque hacia lo positivo de una situación abre caminos que antes estaban ocultos.
Evitar la queja constante.
La creencia de que uno puede aprender con sus experiencias, sean éstas positivas o negativas nos permite seguir creciendo y madurando a lo largo de la vida.
4. Conciencia del presente y optimismo.
Las personas más resilientes tienen el hábito de vivir en el aquí y ahora, el presente, sin que las culpas del ayer o la incertidumbre del futuro le enturbie el momento que están experimentando. Disfrutan de los pequeños detalles y no pierden su capacidad para asombrarse ante la vida; de esta forma es más fácil enfocarse en los aspectos positivos que nos ofrece cualquier situación, complicada o no.
La conciencia del presente, puede resultar complicado con los ritmos de vida actuales pero hay formas de entrenar esta conciencia del momento presente, por eso recomendamos generalmente además de sesiones de reiki, clases de yoga o meditación.
5. Flexibilidad combinada con perseverancia.
La existencia de un propósito significativo en la vida es otra de las características de una persona resiliente. Esta meta les da la fuerza interior para responsabilizarse de perseguirla, con flexibilidad y sin obstinación.
El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su capacidad de lucha, pero cuando esta deja de tener un sentido, pueden cambiar el rumbo sin necesidad de sentirse mal por haber abandonado su objetivo inicial.
Es muy valiosa la capacidad de escucha, las personas que nos rodean pueden tener información que complementa la propia y en alguna ocasión pueden servir de guía para nuestras metas o proyectos. Siempre crecemos en relación con los demás, el aislamiento social favorece que nuestro pensamiento pierda flexibilidad y amplitud o perspectiva.
Es importante aprender a hacer realidad los deseos: fuerza de voluntad y autocontrol emocional.
6. Sociabilidad.
Las personas con resiliencia saben cultivar y valorar sus amistades. Generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.
Cuando pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo; son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.
7. Tolerancia a la frustración y a la incertidumbre.
Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida, porque solemos tolerar mal la incertidumbre. Una forma de ganar seguridad en nosotros mismos y vivir con menos tensión emocional es precisamente, aprendiendo a lidiar con la incertidumbre, para que nos cause el menor malestar posible
Reiki ayuda a mejorar nuestra resiliencia porque cada sesión colabora profundamente para elevar nuestra autoestima, conocernos más y mejor, volvernos más empáticos. Reiki mejora nuestro estado de ánimo y por ende nuestro humor, nos hace conscientes de vivir el momento presente y ser más optimistas. Las sesiones de Reiki o los cursos de Reiki nos ayudan a romper nuestras estructuras mentales nocivas y negativas, aquellas que son rígidas y ya no nos sirven para comenzar a encontrar el valor de la flexibilidad, la perseverancia, la sociabilidad. Nos ayuda a aclarar nuestra mente calmándola y haciéndonos ver que se puede cambiar de opinión, pensar distinto. Un tratamiento o sesión de Reiki nos da herramientas emocionales para mejorar nuestra tolerancia a la frustración y, también a la incertidumbre que todos, en algún momento de nuestras vidas, sentimos.
En cada sesión de Reiki, después de recibir el tratamiento energético necesario, siempre intento que mi paciente hable un poco de sí mismo. De ese modo voy profundizando y conociendo mejor la situación y evolución que va teniendo con el tratamiento. Así, poco a poco, en cada sesión de reiki vamos trabajando para incorporar a su pensamiento y conducta habitual alguna de las capacidades de resiliencia.