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Reiki alivia y sana enfermedades.

Foto del escritor: Elsa PatitucciElsa Patitucci

Actualizado: 31 ago 2022


Reiki, también lucha contra la enfermedad del siglo XXI: la depresión. Este tipo de dolencias psíquicas desaparecen cuando el paciente vuelve a su estado de equilibrio mental y emocional".
Reiki alivia y sana infinidad de enfermedades

Muchos pacientes de cáncer reciben sesiones de reiki, ya que se usa hace tiempo y con mucho éxito (en combinación con la quimioterapia) para ayudar al organismo a mantener la fortaleza física necesaria y para que el enfermo pueda soportar más y mejor el tratamiento.


Un tratamiento de Reiki alivia y sana infinidad de enfermedades. Así que su "práctica habitual" puede mejorar e incluso curar dolores crónicos como la artritis, reuma o migrañas. También acelerar la recuperación de lesiones óseas y musculares, ayudar el organismo a combatir infecciones o mitigar el estrés y la ansiedad.


Contra la depresión

Reiki, la práctica de la imposición de manos, también lucha contra la enfermedad del siglo XXI: la depresión. "Como equilibra energéticamente a la persona tanto física como espiritualmente, este tipo de dolencias psíquicas desaparecen cuando el paciente vuelve a su estado de equilibrio mental y emocional".


"No hay cuerpos enfermos, hay almas enfermas"

Es el caso de una de mis pacientes que padece depresión y lleva años medicada sin obtener ninguna mejoría. Acudió a verme para recibir un tratamiento, que se compone de un mínimo de 10 sesiones de reiki, vino porque una amiga me conocía y se lo había recomendado. "Entendí que mi depresión provenía de un bloqueo emocional y las sesiones de reiki me sirvieron para liberar esa angustia contenida. Sentía como una bola en la garganta y otra en el pecho que me impedían respirar. Sesión a sesión esa bola que hasta notaba físicamente en mi cuerpo se ha ido disolviendo y ahora casi no tomo medicación", me comentaba en una de las últimas sesiones.


Como todas las técnicas orientales, el reiki trata a la persona como a un todo. Es decir, no distingue entre cuerpo y espíritu. Hay una máxima de esta técnica que dice que "no hay cuerpos enfermos, hay almas enfermas". Así, los maestros mantenemos que las dolencias no se dan aisladas, sino como consecuencia del desequilibrio entre alma y cuerpo.

Me dedico a dar cursos y sesiones de reiki desde hace más de 20 años. La fuerza que sale de mis manos -no es mi energía, soy sólo un canal- lo que hace es restablecer el orden, porque hay veces que "nuestras energías internas están bloqueadas, aisladas, estancadas o en guerra". Muchas personas acuden a mi consulta para darse "un baño intensivo de energía" como dice una de mis alumnas de reiki, o para tratar muchísimas dolencias, entre ellas las de "una enfermedad reumática", por ejemplo.


Cuando nos sentimos mal, insatisfechos, enfermos físicamente o emocionalmente la terapia de reiki nos ayuda a reconocer nuestra esencia y lo que necesitamos modificar para mejorar naturalmente nuestro estado de salud.

Los maestros de reiki defendemos siempre el asombroso poder de autocuración del ser humano. En definitiva, es una capacidad natural que todos tenemos y que con la ayuda de un maestro de reiki empezaremos a redescubrir.











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